La luz no viaja de la misma forma en todos los medios. Su velocidad cambia dependiendo del material por el que pasa: se mueve más rápido en el aire, más lento en el agua y aún más lento en el vidrio. Cuando la luz cambia de velocidad al pasar de un medio a otro, ocurre un fenómeno llamado refracción. La refracción es el cambio de dirección que sufre un rayo de luz cuando atraviesa dos materiales diferentes, debido a la diferencia de velocidad entre ellos. Este fenómeno sí ha sido importante en el experimento, porque si el experimento estudiaba cómo se desvía la luz, cómo se ve un objeto dentro del agua o cómo cambia un rayo al pasar por distintos materiales, entonces la refracción es la explicación fundamental de lo que se observa. Además, las propiedades de la luz, incluida la refracción, han sido esenciales para desarrollar mucha tecnología, como lentes para gafas, microscopios, telescopios, cámaras, fibras ópticas para transmitir información y dispositivos láser. Gracias a entender cómo se comporta la luz, hemos podido crear herramientas científicas y tecnológicas muy avanzadas.